One Piece - The Lonely Island

[bobokukemon]

Se hacía de noche, momento perfecto para una incursión sorpresa, según pensaba Red. Esa idea fue descartada al escuchar una voz, probablemente del capitán.

El barco estaba en buen estado, era una pena destrozarlo en medio de la batalla. Tras quedarse contemplándolo se le ocurrió el quedarse el navío dejando a los secuestradores en tierra y desprovistos de armas a modo de castigo.

Después de esto, Red intentó acercarse a la nave para buscar algún punto ciego de los que estuvieran en la cubierta de esta, con tal de colarse aprovechando su gran velocidad adquiridad durante el entrenamiento de esa técnica, Soru.

Todo esto mientras esperaba que Daruca elaborara un plan de incursión. A lo loco no podrían sino alertar al grupo de piratas.

[Zodiark]

Viana había sido secuestrada por unos piratas, pero Luna no estaba para nada nerviosa ni enfurecida, más bien todo lo contrario. Luna veía en el secuestro de Viana una forma de hacer ver a todos en qué se habían convertido ella y sus amigos, de lo que eran capaces y, sobre todo, de hacerles ver lo que podía pasar si se metían con la tripulación. Estaba convencida de que ganarían a los piratas secuestradores.

Los cuatro jóvenes llegaron al barco cuando la noche empezaba a caer, y allí pudieron vislumbrar una enseña pirata en la vela. En aquel momento, escucharon una ruidosa risa que provenía de la cubierta del barco.

—¡CROAJAJAJAJAJAJAC! ¡Bien, bien! Así que ya tenemos todo lo necesario. El Grand Line comenzará a temernos muy pronto. Cuando lo hayamos cruzado, podré ser Rey de los Piratas. ¡Imaginad las riquezas que conseguiremos!

—¿Esto qué es, una banda de ranas? —murmuró Luna.

Mientras Red intentaba acercarse un poco al barco, Luna se acercó un poco a Daruca.

—Bien, capitana, ¿qué hacemos? —preguntó con una sonrisita confiada, preparada para salvar a su amiga.

[codenar]

Harman se pasó todo el trayecto desde la taberna hasta el barco reflexionando sobre el extraño comentario que alguien había mencionado en el local. Dijeron que el secuestrador de Viana la enrolló en su propia lengua y se la llevó. Supuso que el único modo literal en que alguien podría hacer eso requería una ingesta previa de una fruta del diablo.

Estaba furioso y con ganas de repartir leña a los causantes de todo este asunto, pero ahora también estaba intrigado por saber qué tipo de habilidad extraña iba a conocer. Su maldita curiosidad, siempre interponiéndose. ¿Podría tratarse de alguien capaz de estirar las partes de su cuerpo a su antojo?.

En cuanto llegaron al lugar en cuestión divisaron una insignia pirata con una rana dibujada, y escucharon a alguien riéndose como un anfibio. Harman cayó instantáneamente en la cuenta:

- Creo que alguien de esta tripulación puede transformarse en rana, y quien sabe si hay alguien más que tenga habilidades. Andémonos con ojo - les dijo a sus compañeros. Enseguida su mente se puso a planear una estrategia. Pensó que lo mejor sería que Daruca, Luna y él se pelearan con los piratas mientras Red intentaba colarse sigilosamente en el barco para después usar su velocidad para huir con Viana. Pero desestimó planteárselo a los demás. La tarea de elaborar planes era de su capitana.

- Bueno capi, ¿cómo lo hacemos?.

[Drail]

-¡CROAJAJAJAJAJAJAC!

Daruca hizo una mueca al escuchar esa risa. Mientras iban hacia el lugar donde les había indicado la niña se hizo una idea de que esta sería su primera pelea, y era bastante importante. Rescatar a Viana no era su único objetivo…

De todos modos, al ver el barco, a la muchacha se le ocurrió que no sería mala idea tomarlo prestado…

-¿Esto qué es, una banda de ranas? -murmuró Luna.

-Puaj... A saber. Puede que-

- Creo que alguien de esta tripulación puede transformarse en rana, y quien sabe si hay alguien más que tenga habilidades. Andémonos con ojo – advirtio Harman.

Harman pensó lo mismo que Daruca. Red empezó a alejarse del grupo.

-Procurad dejar el barco intacto, Red tú intenta colarte mientras nosotros los entretenemos – indico Daruca. Tras eso el pelirrojo se acerco sigilosamente al barco.

- Bueno capi, ¿cómo lo hacemos?

Luna y Harman preguntaron casi a la vez por el plan. La capitana estaba un poco inquieta, ¿y si algo salía mal? ... No, no era momento de dudar.

-Nosotros tres saldremos para llamar la atención de los piratas. Así podremos facilitarle el trabajo a Red. Harman, tú procura no enseñar todo lo que puedes hacer a la primera de cambio. No se esperaran que uno de nosotros tenga habilidades como las tuyas, y eso lo tendremos a favor nuestro. Luna, yo te cubriré con mi pistola no muy lejos de ti. Aunque Red saque a Viana de allí no podremos huir con ella a otro lugar, tenemos que castigar a estos tipos, es la única manera de acabar con esto. ¿Estáis listos?

Daruca empezó a sacar su pistola y a cargarla con semillas.

Los tres se acercaron al barco pirata. ¿Cómo llamarían la atención de los piratas de abordo para que bajaran? Esta parte quizás sería la más sencilla. Daruca apunto con la pistola a la bandera pirata, la cara de todo barco pirata. Luego apretó el gatillo.

[Malfuin]

El disparo iluminó la noche cuando el impacto alcanzó la bandera. la enseña pirata se carbonizó y hubo un repentino silencio en el barco.

-¡Maldita sea! -gritó uno-. ¡Nos atacan!

-Capitán, sólo son tres. No podemos dejar esto así -dijo otra voz.

-Pues claro que no. Venga, ¡abajo todos!

Una enorme figura saltó del barco. Con una agilidad verdaderamente asombrosa, aterrizó frente a Harman, Luna y Daruca, con una mano de dedos largos con la punta redondeada en el suelo. Tenía los ojos amarillentos, y se relamió al veros con una larga lengua que solo visteis un segundo. Estaba muy gordo y tenía, por supuesto, los ojos saltones.

-¡Croajajajajajac! -estalló entonces-. ¿Qué es esto? ¿Sabéis lo que habéis hecho, niñatos? Si hubieseis hecho otra cosa, cualquier otra cosa, tal vez os habríamos dejado en paz. Pero habéis quemado la bandera... ¡Mi bandera! Habéis desafiado al mismísimo Gustav Laurenti... Y eso no tiene perdón. Es como si hubieseis quemado mi corazón. Vamos a tener que mataros, niños.

Mientras hablaba, otras tres personas se habían ido acercando a vosotros. Un tipo alto, muy pálido, con los labios blancos, el pelo negro y una larga espada en la mano, con la forma de una sinuosa serpiente. Un chico más joven que vosotros, ataviado con extrañas ropas rojas y una especie de cola de metal a la espalda, que le daba apariencia de escorpión. Y por último, un tipo muy extraño, con unos bigotes largos y retorcidos y una gruesa armadura de cuyos lados sobresalían montones de empuñaduras de cuchillos, como cincuenta a cada lado.

Mientras tanto, Red había desaparecido de la vista. No le había costado mucho encontrar una puerta, pero estaba bien cerrada y no había ninguna llave. Como Viana no estaba a la vista, probablemente estaba en el interior. Podrías romper esa puerta fácilmente... Pero probablemente te oirían. Quizá sería mejor esperar un momento, a que la batalla empezara.

[codenar]

Antes de que pudieran darse cuenta, los 3 amigos se vieron rodeados por 3 secuaces de la banda del tal Laurenti. Parecía que su capitán prefería quedarse al margen por el momento y dejar la tarea a sus camaradas, lo cual supuso un alivio para Harman. Sería complicado tener que lidiar con una inferioridad numérica.

Eran 3 contra 3. Pero estaban en un espacio muy reducido, y no había tiempo para esperar órdenes de la capitana. Harman pensó rápido y decidió que convendría un poco alejarse de allí y ensanchar el campo de batalla para impedir que otros miembros de la tripulación acudieran a fastidiar más el asunto. Fue corriendo hacia el tío escorpión y le dio un puñetazo con su mano izquierda, que no pareció afectar lo más mínimo al pirata.

- Tú, el de las ropas de payaso. Así que quieres matarme, ¿eh?. Pues primero tendrás que cogerme, pintolas - dijo Harman con clara intención de provocarle, y entonces echó a correr en dirección al bosque.

[Zodiark]

El plan de Daruca era llamar la atención de nuestros rivales para facilitarle a Red el buscar a Viana. Así pues, Daruca carbonizó la bandera pirata, y cuatro personas bajaron del barco. Una de ellas era el capitán de la tripulación, un tal Gustav Laurenti, un tipo bastante feo y repulsivo, desde el punto de vista de Luna.

—Tú, el de las ropas de payaso. Así que quieres matarme, ¿eh? Pues primero tendrás que cogerme, pintolas— le dijo Harman a uno de los tipos que acompañaban a Laurenti para provocarle.

Mientras Harman corría hacia el bosque para llevarse lejos al tipo de la misteriosa cola de metal, Luna se quedó mirando a otro tipo con la cara pálida que llevaba una espada con forma de serpiente.

—Bueno, supongo que yo tendré que ocuparme de éste, Daruca —dijo Luna apuntando a su contrincante con su espada—. Enséñame qué sabes hacer— le dijo guiñándole un ojo.

Luna se quedó a la defensiva, esperando a que su rival hiciera algo para así poder analizar sus movimientos e idear una estrategia para vencerle.

[Drail]

-Lo tuyo sí que no tiene perdón – murmuró Daruca dentro de sí.

La chica estaba lista para dar guerra al repugnante Gustav Laurenti, pero los miembros de su tripulación parecían ir a hacer el trabajo sucio.

-Tú, el de las ropas de payaso. Así que quieres matarme, ¿eh? Pues primero tendrás que cogerme, pintolas.

Harman se lanzo corriendo al bosque con la intención de que el chico con la cola de metal le siguiera. Luna por su parte fue a plantarle cara al espadachín del grupo. Daruca retrocedió y apunto al hombre del bigote estrambótico.

-¡No os llevareis a nuestra amiga!

[Malfuin]

Harman echó a correr en dirección al bosque, y aunque el pirata que le perseguía era rápido, no logró darle alcance. Sin embargo, cuando comenzaron a internarse entre los árboles, a una distancia ya considerable del barco, las carcajadas del chico escorpión llamaron la atención del prófugo.

-¡Jajajajajaja! ¡Jajajajaja! -su risa no tenía nada de especial, pero era extraño que se riera en aquella situación-. Pensaba mantenerme al margen en la pelea, porque no puedo utilizar mi arma cuando estoy cerca de mis compañeros. Pero te has apartado por voluntad propia y me has atraído hasta el lugar perfecto. ¿Crees que puedes vencer al Alacrán Fogoso, Gromov, en un bosque?

Hizo girar una de las piezas finales de su "cola" y cayó sobre cuatro patas, comenzando a moverse muy rápido con las palmas y las plantas del pie pisando el suelo. La cola había empezado a expulsar un fuego verdoso... Al parecer, era un lanzallamas. Las llamas prendieron rápidamente los árboles de alrededor. Harman estaba lo bastante lejos para esquivar la llamarada, pero...

-El fuego no es lo peor -le advirtió-. Los gases venenosos acabarán matándote si no lo hacen las llamas. No puedes vencerme.

***

El espadachín de espada de serpiente se lanzó contra Luna, sin decir una palabra, y atacó con estocadas, con la punta por delante. La espada sinuosa estaba impregnada de un líquido transparente que goteaba un poco. ¿Veneno?

Luna desvió los golpes sin demasiados problemas, aunque se daba cuenta de que un error sería mortal. También notó otra cosa. En los puntos donde su espada se tocaba con la de su oponente, esa parte del filo se volvía anaranjada y se calentaba. ¿Qué significaba aquello? Ella nunca había tenido ocasión de batirse en duelo en serio con nadie, así que no estaba al tanto de aquella característica de la espada. ¿Significaba que ese acero se calentaba con mucha facilidad?

Mientras tanto, el hombre del bigote arrancó dos dagas de su armadura y las arrojó contra Daruca, quien las esquivó por los pelos.

-Ahí van dos patas -murmuró-. Y quedan noventa y ocho.

***

Red observó que empezaba a haber jaleo y se atrevió a hacer un poco de fuerza en la cerradura de la puerta. Luego se introdujo en el barco. Había luces encendidas, pero la parte superior parecía desierta. Abajo, en un camarote, encontró no obstante a Viana atada y amordazada.

[Drail]

-¡Ah!

Por poco casi no lo cuenta. Rápidamente el hombre del bigote lanzo unos cuchillos que Daruca apenas pudo esquivar.

-Ahí van dos patas. Y quedan noventa y ocho - dijo el hombre.

¿Noventa y ocho? La chica no volveria a tener tanta suerte noventa y ocho veces más.

-¡P-Pues ahí van dos disparos!